sábado, septiembre 16, 2006

CRITICA: Salvador

FICHA TECNICA

Pais:España
Año:2006
Genero:Drama
Director:Manuel Huerga
Guion: Lluis Arcarazo
Musica:Lluis Llach
Reparto:Daniel Brühl, Tristan Ulloa, Leonardo Sbaraglia, Leonor Watling, Ingrid Rubio, Joel Joan, Olalla Escribano, Carlota Olcina, Bea Segura



SINOPSIS


El 2 de marzo de 1974, el joven anarquista, militante del Movimiento Ibérico de Liberación, Salvador Puig Antich, se convirtió en el último preso político ejecutado en España mediante "garrote vil". Ésta es su historia y la de los intentos desesperados de su familia, compañeros y abogados por evitar su ejecución.

CRITICA

Crónica de una muerte anunciada
Tengo 26 años, naci en 1980 y mis conocimientos sobre la guerra civil española y la dictadura franquista se reducen a las finas pinceladas que mis padres han ido facilitándome en etapas de inquietud histórica, aderezadas de un aterrador cuento que mi fallecido abuelo me narró un verano en Malaga, su participación en el ejercito franquista contra los “rojos” como el los denominaba durante aquellos tres años. Me contó todo lo que vivió en el frente de Andalucia, todo, incluso tuve acceso a un diario que escribió.
40 años se necesitaron para que aquel individuo achaparrado, vileza en estado puro, dejara el poder, menos tiempo hemos necesitado para olvidar lo que muchos vivieron y lo que muchos desconocemos. Existe cierta fobia por parte del cine patrio para recuperar la memoria historica de una edad oscura que nos pertenece, que no debemos olvidar, y desconozco los motivos, pero resulta cuando menos descorazonador, que las nuevas generaciones nacidas al amparo de la libertad que impulsó la democracia, olviden sucesivamente los acontecimientos que llevaron a unos pocos a luchar por su libertad, contra la opresión de un estado totalitario y fascista, del cual ahora todos reniegan y que en su momento casi todos apoyaron. Empezando por aquellos políticos que servian al régimen franquista y que actualmente se escudan tras un partido político y autoconsiderandose los mas demócratas del estado (todos sabemos que Manuel Fraga fue ministro de Franco). Al margen de que sería maravilloso que aquellos que defendieron 4 decadas de terror, pidieran perdon, seria imprescindible que nuestro comatoso cine español, se dejara de imitaciones bananeras de subproductos norteamericanos, y se dedicaran a realizar cine de calidad, en el cual tuviera cabida la recuperación mediante el lenguaje cinematográfico de aquellos sucesos oscuros que llevaron la condicion humana hasta su mas despreciable bajeza. Simplemente para que los jóvenes que tenemos que construir el futuro, no olvidemos lo que sucedió en España, sucesos cercanos en el tiempo, porque al fin y al cabo.... 25 años, no son tantos. Y eso es precisamente lo que hace Salvador de Manuel Huerga, retrotraernos hasta los ultimos estertores de la dictadura, en la cual un joven anarquista fue condenado a muerte por un estado que queria demostrar, tras el asesinato de Carrero Blanco a manos de ETA, que ellos seguían teniendo el poder y tras un proceso judicial lleno de sombras.
Podriamos polemizar sobre si Puig Antich era un terrorista o un libertador, pero esta polemica fue perfectamente aclarada en V de Vendetta, tesis que apoyo plenamente, porque bajo determinadas circustancias en la cual, el derecho del inviduo de SER, no se cumple, la lucha debe llevarse acabo para asegurar que en ningún momento se pisan los derechos mas universales de esta sociedad.
Sin el efecto mediatico de nombres como Almodóvar o Perez Reverte, Huerga define con esplendor y dosis de gran cine el atentado contra la libertad de una etapa historica que repito, jamas debemos olvidar. Rodada en un formato de alta definición (algo asi como lo que hace Michael Mann), posee sorprendentemente un ritmo trepidante y que no decae ni en las escenas aparentemente mas intrascendentes. Las secuencias son apoyadas por una bso realmente antológica, con temas de Lluis Llach, Leonard Cohen o ese sensacional Knockin’ on heaven’s door de Bob Dylan. Ritmo acelerado, preciso y sin desenfocar en ningún momento la acción a la cual asistimos, siendo en todo momento perfectamente ubicados en la pantalla y sin perdernos en barullos imposibles que no aportan nada a la puesta en escena. Sorprendentemente la película tiene dos partes bien diferenciadas, todo ese enorme flashback que económicamente detalla los inicios de Puig Antich en el movimiento revolucionario, y el segmento a partir del cual ETA mata a Carrero Blanco y el joven anarquista es consciente de que lo ejecutaran. Y digo sorprendentemente, porque la fina linea que separa ambos segmentos está tan espléndidamente diluida, que en todo momento tenemos una asombrosa sensación de continuidad, con su consecuente dificultad para dilucidar en que punto acaba el primer tramo del filme. Gran acierto por parte del director, que apoya con una imagen sucia y fria, la recreación de un mundo completamente distinto al que conocemos, y que aporta no solo cercania, sino tambien un evidente efecto de realismo que pocas veces hemos visto en estos lares.
Los actores son para dar de comer aparte, a excepción de Leonor Watling (que aun asi esta mas que correcta) cuyo perfil no esta del todo definido, incluso los secundarios como Celso Bugallo o Ingrid Rubio rayan a gran altura, pero por encima de ellos se alzan dos nombres, Daniel Brühl y Leonardo Sbaraglia, que pueden ir preparando ya sus discursos, porque el Goya no se lo quita ni dios. En el caso del actor alemán, decir que su interpretación es excelsa, es quedarse corto, en todo momento comedido, reprime (y se percibe) los sentimientos que afloran en el, con punto álgido en el momento de la ejecución, donde su sobrecogedora lección interpretativa es de levantarse y no dejar de aplaudir, porque deleita con uno de los momentos mas emotivos y sombríos instantes de todo el filme (y capaz de dejar a la audiencia en un mar de lagrimas). En el caso del argentino... no tengo palabras, las pocas escenas que comparte con Brühl son antológicas y brillantes, percibimos la evolución del personaje, y cada vez que la cámara le enfoca en los momentos mas dramáticos, provoca un nudo en la garganta, de 10, especialmente cuando asiste a la ejecución de Salvador (no destripo nada de la película, ¿verdad?), que se alza en los 120 minutos de metraje como una de las escenas mas impactantes del cine español reciente, cargada de un dramatismo que obliga a retirar la mirada de la pantalla, y que resulta vergonzosamente patética. Realmente, los ultimos 30 minutos del filme serian resaltables en su totalidad, cine de calidad y echo con el alma, aun asi, no hay que negar que quizás esté innecesariamente alargado.
Después de tanto elogio a la película, habria que resaltar el que considero el aspecto negro de la película, la ambigüedad con la que se trata a las autoridades del estado (a pesar de ciertos retazos de humanidad en determinados personajes). En la película los malos son malos, y excepto en casos concretos, en ningún momento percibimos ni un minimo de humanidad, es generalizar demasiado en mi humilde opinión. Cierto es que desconozco hasta que punto la película es fiel a los hechos, hasta que punto está la historia adulterada, tampoco es algo que sea muy relevante cuando asistimos a toda una lección de cómo hacer cine español de calidad.

-Lo mejor: Brühl y Sbaraglia por encima de todo, pero también la recreación de una vergonzosa dictadura

-Lo peor: Cierta ambigüedad en determinados momentos, que por otra parte están cargados de brillantez.

PUNTUACIÓN:

2 Comentarios:

At 12:20 p. m., Blogger Elizabeth Darko A dicho...

Me pareció estremecedora. A mi me gustó mucho más Sbaraglia que Brühl pero los dos merecen ganar un Goya. Saludos Javi!

 
At 11:12 p. m., Blogger Donnie A dicho...

Diox yo ya no se...el cine español me puede. Alatriste ha sido una tomadura de pelo...no se si podre ver esta...aunque veo que deberia...

Saludos!

 

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