Carta a James Stewart

Estimado Jimmy que estás en los cielos:

Hace 10 años que nos abandonaste y el cine quedó huérfano. Cuando era pequeño te admiraba, en Vertigo, El hombre que sabia demasiado o La ventana indiscreta. Siempre te confundia con otro grande: Cary Grant, aquel actorazo de tu generación con el que compartiste película junto a Audrey Hepburn en Historias de Philadelphia. Nunca te reconocia, pero me gustaban tus personajes. Con la madurez de los años supe quien eras. Eras aquel caballero sin espada, un admirable adalid de la democracia que pronunciaba en el corrupto senado norteamericano que la libertad era demasiado importante para estar enterrada en los libros. Eras aquel hombre que tenia un conejo imaginario llamado Harvey y que luchó con la realidad durante 35 años para llegar a la conclusión de que la habias vencido. Fuiste un hombre que consiguió la libertad de un cornudo en la magistral película de Premminger, una autopsia de un asesinato que había cometido y en la cual la culpable era su mujer.
Sí estimado Jimmy, el cine quedó huérfano. Tu no mataste a Liberty Valance pero no importa, porque fuiste el hombre que tuvo los huevos para enfrentarse a el. Interpretabas personajes admirables, que luchaban contra toda injusticia, que clamaba lo bello que era vivir. Eras Jimmy, a través del cine, el padre que todos deseariamos tener. Algo mas que un padre, un ámigo. Eras el hombre que toda mujer deseaba tener por esposo. No importaba el papel que interpretaras, siempre caias simpático al espectador y la cámara de cine se habia enamorado de ti.
Eres mas que uno de los mejores actores de todos los tiempos, eres un auténtico mito del celuloide, un dios del enervante caos cinematográfico, uno de mis actores favoritos al que siempre recuerdo, porque tu presencia en la pantalla de cine impone y hace que nos rindamos a tus pies. No cabe duda Jimmy, el cine quedó huérfano sin ti. 10 años ya de tu muerte y los cinéfilos seguimos recordandote porque has sido uno de los grandes. Siempre insisten en buscar reemplazos, el nuevo Peter Lorre, el nuevo Marlon Brando, el nuevo John Wayne... y sin embargo nadie a logrado encontrar al nuevo James Stewart porque eras irrepetible, eras tu, eres insustituible. Estimado Jimmy, si existe el cielo, que suerte tiene dios de tenerte a su lado, un hombre justo en la pantalla. Quizás te haya idealizado con tus personajes, que poco importa tan irrelevante hecho. Quizás tu vida real no fuera tan romántica y bohemia como la de la pantalla, pero no importa, siempre te he admirado y te admiraré. Admiraré tu capacidad camaleónica y desearé siempre ser como tu, un hombre corriente, un hombre normal, un pueblerino que luchaba por el bien. Solo ganaste dos oscar, el ultimo a toda tu carrera. Yo personalmente te hubiera dado 6 o 7, pero ya sabes, los premios de la industria para la que trabajabas no valen nada, hoy en dia cualquiera puede tener un oscar, y algunos de tu generación, grandes iconos, nunca ganaron uno. Ganaste lo mas importante, te ganaste al espectador, a futuras generaciones de amantes del cine, ganaste la inmortalidad reservada a unos pocos. Igual que ganabas en tus películas a cualquier rival y te quedabas con la chica gracias a tu sencillez y tu lealtad.
Eras tu Jimmy, uno de los imprescindibles. Gracias por tus películas, gracias por haberlo dado todo por el cine. El cine quedó huérfano con tu muerte. Siempre nos quedarán tus películas. Dijiste en cierta película de Hitchcock... “No se pueden guardar los recuerdos de un crimen”, tienes razón, pero si se pueden guardar los recuerdos de alguien como tu. El cine te necesita, lastima que no puedas rodar mas películas, pero las que tienes... siempre las recordaremos. Nunca te conocí, pero te considero un amigo, un idolo de oro en un mundo donde abundan idolos de papel. Me has acompañado con tus películas y siempre me acompañarás con ellas. Solo puedo decirte una ultima cosa, que grande fuiste y como te echamos de menos.

Atentamente,

Tu fiel admirador Javier Moreno.