sábado, agosto 05, 2006

CULT MOVIE IV: El monstruo de tiempos Remotos (1953)

Cuarta entrega de peliculas de culto. Cité en la anterior ocasión que cada pelicula estaba teniendo relación con la que se comentaba en alguno de los aspectos. ¿Que relacion podria tener entonces este filme con la excelente La tierra contra los platillos volantes?, un hombre unicamente, Ray Harryhausen, la gran leyenda de los trucajes cinematograficos que con este filme consiguió desquitarse de su no participación en la creación de King Kong.
La pelicula podriamos enclaustrarla en ese subgenero de ciencia ficción al que me permitiré denominar MDM (Mass Destruction Monsters), es decir monstruos de proporciones ciclopeas que arrasan ciudades y ciudades mientras los militares demuestran su mas absoluta incompetencia, y tras ser avisados por los cientificos a los que en un principio nadie cree.
Quizás el ejemplo mas sintomatico de este subgenero sea Godzilla, icono de la cultura popular moderna nipona, surgida bajo los estigmas atemorizantes de la energia nuclear. Posiblemente sea en el pais del sol naciente donde mas se haya desarrollado el subgenero en cuestión, con mitos como el citado monstruo u otros como Gamera o Gidorah. Se podria establecer un paralelismo evolutivo asi mismo, entre estas criaturas y los denominados mechas, es decir, robots gigantescos que destruyen ciudades y ciudades y que tuvo su punto algido en la obra maestra de la animación nipona: Evangelion, donde las criaturas enviadas por dios, se enfrentaban contra androides enormes ciberbiológicos.
En la pelicula que nos ocupa, el causante de los destrozos de ciudades importantes norteamericanas es un Rhedousaurus, dinosaurio extinguido millones de años atrás que despierta de su letargo tras una serie de pruebas nucleares por parte del ejercito norteamericano (y que una vez mas demostraba ese miedo a la energia atomica tan patente en la decada de los cincuenta y que tantas peliculas dio de si). El cientifico de turno, que ve la criatura y de la cual da parte a las autoridades (in)competentes es Paul Christian, al cual acusan de loco, hasta que parece demasiado tarde cuando le comienzan a hacer caso. El argumento, cargado de topicos, solo sirve como excusa para que el maestro Harryhausen vuelva a mostrar 50 años despues, la vigencia de su artesania, creando un monstruo y unos trucajes esplendidos por los cuales el tiempo no pasan, y construyendo unas destructivas imagenes realmente impactantes.
Sin ninguna otra intención que entretener, un analisis estructural del filme carece de la mas minima importancia e interés, pues su valor cinematografico se ciñe unicamente a las virtudes de esos añejos efectos especiales, es por ello quizás, que esta critica sea una de las mas superfluas e intrascendentes que podreis ver en este blog. Como anecdota citar la aparición de Lee Van Cleef en los minutos finales, cobrando mayor protagonismo de lo esperado, en una de sus primeras apariciones. Se podria hablar de la construcción de los FX, pero a estas alturas, si hablamos del Stop Motion, no descubrimos nada nuevo, si hablamos de los cromas (por aquella epoca no existian, pero existia otra tecnica similar que era la sobreposición de imagenes, y que esta pelicula los emplea sin que se aprecie demasiado el efecto) y si hablamos de las maquetas empleadas tampoco mostrariamos grandes cosas. Doy por echo que los habituales de este blog conoceis esas tecnicas, en cualquier caso, en proximas semanas comenzaré un pequeño especial por entregas sobre los efectos especiales desde sus origenes bajo la batuta de George Melies, hasta la actualidad con el empleo de CGI.
En cualquier caso, para finalizar esta breve reseña, El monstruo de tiempos remotos es una estimable serie B, dificil de conseguir ver, que tiene todo el encanto de aquella epoca tan fascinante y poco conocida para la ciencia ficción, que vivio su gran epoca dorada en los años 50 cortesia de los problemas que azotaban el mundo y que supo aprovechar magistralmente para cedernos para la historia unas cuantas obras maestras.